Jesús Nieto
Las ramas de los árboles tejen su bóveda sobre el camino.
Viajamos en busca de utopías.
Aun desde esa caravana de sueños
en la que todo parece de pronto posible,
los militares nos detienen en los retenes
a sabiendas de que vamos hacia el territorio zapatista.
Al llegar a Ocosingo buscarían cerveza nuestros cuerpos indisciplinados.
En la asamblea todo eran buenas intenciones:
proyectos y programas que hacían más agua que la lluvia.
Las gentes pobres cerraban la carretera para pedir una ayuda.
Tampoco para ellos éramos
más que pasajeros
del turismo revolucionario.