Rocío Del Águila Gracey
Imprimir sobre la memoria
la mirada estéril
h e m b r a s o l i t a r i a
saber que se nace llevando a cuestas
la muerte
-hermana villana-
acaricias nuestro destino
con frágiles dedos que crujen sometidos.
Cada uno debe acostumbrarse:
“vivir
y pasar inadvertido
morir
y pasar inadvertido”.
Todas nuestras dudas y miedos
no caben
en esta ciudad que nos ignora
una vez más nos mordemos la lengua
y dejamos bajo el velo inquisidor
voces que se apagan sin siquiera musitar palabras.
El deseo nos condena
a ser inexistencia
a desgarrar de nuestros vientres
carne marchita.
Somos depositarias eternas y mudas de la culpa
purgamos condena y nos sometemos:
mujer-infértil-invisible-frígida
todas somos humanas
descendientes y herederas
de una historia carcomida
somos flores enmascaradas
signos inusitados
que luchan bajo las cadenas
para recuperar
el innombrable deseo
que nos acecha.
*
Porque el deseo, no se puede nombrar
sólo padecer
(Violeta Barrientos)
La noche vuelve a albergarnos
cuerpos que arden entrelazados
y la carne se desborda por entre los dedos.
E n m i c u r v a t u r a
se esconde el deseo
busca despellejarme de esta falsa piel que me habita
me llama enfurecida
Trata de liberarme del dolor
-pero el goce siempre se encuentra ligado a la tortura-
amargo despertar
caer una vez más de bruces en la realidad.
Hurgo en la cúspide de mi seno
sé que solo allí podré encontrar una respuesta a tanta duda.
Uno a uno
voy nombrando mis temores:
virginidad
pureza
orgasmo
éxtasis
<anatomíaexplorada>
Mi sexo es una estrella
que viene a iluminar
el camino hacia el descubrimiento
es la punta de mi miedo
que vibra entre susurros.
Trato de habitarme en el filo punzante
de la luna
que busca dar cabida a esta identidad.
Deseo,
solo el deseo
e l g o c e d e l a p i e l i m p l a c a b l e
que remonta el horizonte
permite que el placer y el dolor
den inicio y origen a la vida.