Elssie Cano

ecano12@aol.com

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El miedo, la ignorancia y la credulidad

tienen el mismo efecto que la pandemia.

 

—¿Por qué razón y cómo lograron recluir a millones de habitantes? —pregunta mi hijo. Me sorprende su curiosidad cuando aquel incidente dejó de ser noticia hace mucho tiempo.

—Un día hace diecisiete años, en el 2020, comenzaron a circular historias ridículas, bizarras, disparatadas. Como era usual se culpó a un animal para disfrazar la verdad. Así como se dijo que fue una serpiente la que incitara a una mujer a descubrir el engaño del Paraíso, una paloma la culpable de la infidelidad de una virgen, las pulgas de una rata las transmisoras de la peste bubónica, en el 2020 se reportó que fue un murciélago el que desatara la pandemia de un virus letal. Cogidos en falta los causantes del maquiavélico plan aceptaron que el virus fue manipulado en un laboratorio en China. Del Asia el mal pasó a Europa y luego se propagó por todo el mundo. Se reportó que en Ecuador como en otros países de las Américas, por no contar con recursos sanitarios suficientes, tampoco equipos necesarios, los muertos se recogieron como racimos por las calles.

—Entonces fueron un virus y el miedo al contagio los que hicieron que la gente se enmascarara y refugiara en sus casas.

—Se utilizó el miedo para paralizar al planeta porque del virus jamás tuvimos una clara explicación. Los mismos científicos no sabían clasificarlo o tratarlo. Se impuso una vacuna cuyos efectos no eran confiables además de una identificación digital. Con el paso del tiempo se aniquilaron las partes sobrantes de los casi ocho mil millones de habitantes que éramos entonces.

—¿Ocho mil millones? Hoy con cinco mil millones somos demasiados.

—El planeta estaba superpoblado, los recursos limitados y como consecuencia el modelo económico cayó en quiebra. Fue necesario encontrar una solución al descalabro mundial, el poder global puso en marcha una solución al problema. Las Fundaciones Rockefeller, Bill Gates y miembros de la élite anónima, financiaron la lucha para combatir la enfermedad y crear la vacuna años antes que el virus se presentara. Un año antes el “profeta” Gates participó en un simulacro del brote de una “severa pandemia” a nivel mundial. En el 2014 el “salvador del mundo” Obama declaró: “debemos estar preparados” y elaborar una infraestructura, no sólo en casa sino global para responder a una pandemia de manera rápida y eficaz.

—¿Estás insinuando que la pandemia fue utilizada como un arma de destrucción masiva y el chip en mi muñeca un instrumento de vigilancia?

—Hablo de una teoría.

—Madre siento que se te fuera la lengua, pero debo reportar esta grabación a la policía secreta.