Yuruhary Gallardo-García
Hay varios puntos que me gustaría explorar en este ensayo sobre mi traducción, del idioma inglés al español, de la obra de la poeta antiguana Althea Romeo Mark. Comenzaré por enumerar algunas de las más importantes preocupaciones que me llevan a traducirla. En primer lugar, resaltar su relevancia dentro del campo literario del Caribe anglófono. Es autora de 7 poemarios y también participante de algunas antologías, entre ellas Shu-Shu Moko Jumbi. The Silent Dancing Spirit (1974) y Musings in a Tea Shop: An anthology by Poetry and Prose Open Mic. (2023). Ha publicado en revistas y recibido premios por su trabajo, uno de ellos, el Marguerite Cobb McKay, otorgado en 2009 por The Caribbean Writer, revista literaria internacional arbitrada de la Universidad de las Islas Vírgenes que deja claro su propósito en su subtítulo: “Where the Caribbean Imagination Embraces the World”. Además de esto, Althea Romeo Mark fue una de las fundadoras de la Asociación de Escritores de Liberia, que es un grupo internacional de escritores con sede tanto en Liberia, África Occidental, Estados Unidos y otras partes del mundo. Su interés por crear estos lazos internacionales entre poetas también la llevó a participar en festivales de poesía en Colombia, Kenia y Rumania y desde el 2004 a contribuir como editora de poesía en la revista de Literatura contemporánea de Liberia Seabreeze.
Althea Romeo Mark tiene una larga trayectoria. Sus proyectos individuales y colectivos, libros publicados y aportes como docente a la promoción y el reconocimiento de la literatura caribeña y panafricana convierten su trabajo en un valioso objeto de estudio. Sin embargo, su poca visibilidad en el campo literario de habla hispana me confirma que no solo es pertinente, sino indispensable leerla y compartirla con los lectores en español interesados en conocer más sobre la literatura de mujeres en el Caribe.
Esta situación me lleva a mi segundo punto y una de las preocupaciones que movilizan mi trabajo como traductora: se trata de una mujer del Caribe anglófono interesada en los temas de migración, feminismo, cultura y prácticas ancestrales, como el tejido. Estos temas no solo se vinculan con los intereses poéticos de otras mujeres del Caribe anglófono, sino también con mujeres del Caribe francófono e hispanohablante. En otras palabras, Althea Romeo Mark habla caribeño y, siendo más específico, habla afrocaribeño. Eso es lo que mi traducción intenta mostrar: que al traducir a una poeta del Caribe anglófono nos abrimos a la exploración de otros Caribes, que se expresan en otras lenguas y con otros símbolos. En la traducción de una poeta anglófona no solo emerge el Caribe anglófono, sino todos esos mensajes que dan cuenta de una experiencia vital en estas geografías que dibujan un arco desde Surinam, Guyana, Trinidad y Tobago, Antigua, hasta incluso llegar a Florida, Louisiana, entre muchos otros territorios, creando un tejido que nos permite pensar en la diversidad que cuenta historias comunes.
La autora sostiene que los poetas son los tejedores de palabras, quienes continúan ahora en la página el oficio que las abuelas iniciaron en la máquina de coser, en el bordado, y en el tejido. Traducirla es ponerla en relación con el trabajo de otras mujeres caribeñas para así establecer nuevos vínculos en el pensamiento y la poética caribeña de habla hispana, anglófona y francófona.
Con respecto al acceso, es necesario aclarar que esta traducción refleja la apremiante necesidad de traducir a más autoras de ascendencia africana, tal como lo expresa John Keene en su artículo titulado “Translating Poetry, Translating Blackness”, lo cual incluye a las poetas de ascendencia africana radicadas en el Caribe, cuya producción escapa a las preferencias del mercado o al gusto que se impone desde los centros de poder. Entonces, no sólo la visibilización de sus trabajos sino también el estudio que resulta de su circulación editorial pueden verse afectado, pues como se explica en el libro publicado por el CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) titulado “Mujeres afrodescendientes en América Latina y el Caribe: deudas de igualdad” la mujer negra se ve afectada por “los efectos de larga duración desplegados por el colonialismo” gracias a los cuales (…) “las poblaciones racializadas siguen, por lo general, ocupando puestos de menor prestigio y mayor precariedad” (CEPAL, 35). Esto puede, sin duda, extenderse al espacio académico donde, a pesar de los esfuerzos por reconocer el trabajo de estos grupos marginados, se sigue tendiendo a estudiar a autores consagrados y obra de amplia circulación. Es por esto que las ideas planteadas por Keene son fundamentales pues entendemos la necesidad de reclamar atención para estas autoras, usando herramientas provistas por los espacios académicos y editoriales, como dice el autor hace falta un enfoque en:
(…) literary cultural production that other literary translators tend to overlook for a range of reasons. These include writing, especially poetry, by women writers, by LGBTQ writers, and by writers of African descent, all of which (and whom) tend to be less frequently translated than writing by men, writing by white writers (in multiethnic societies), and cis-heterosexual/straight writers. (Keene, 4)
Al traducir a Althea Romeo Mark espero estar aportando al proyecto de diversificación que el campo se merece. La traducción es, desde mi punto de vista, un modo de tender el puente para dejar que sean ellas, las poetas, quienes crucen de un territorio al otro con sus cantos, quienes lleven el ritmo permitiendo a otros, a los lectores, descubrir lo que hay de común y también lo que las diferencia.
La idea de la diferencia es especialmente importante cuando se trata de crear puentes interculturales y multilingües a través de la traducción porque, a la par del multiculturalismo capitalista —como lo expresa en uno de sus ensayos sobre la traducción Gayatri Spivak— o, en otras palabras, la mercantilización de la diversidad, tenemos los traductores la tarea de considerar el lenguaje como un productor de significado e identidades. Y en este caso por ejemplo, de reconocer que el Caribe no es uno sino muchos. Allí reside la belleza de la traducción: en descubrirnos en la diferencia, reconocer las particularidades retóricas de la poética caribeña anglófona y ponerla en relación con otras experiencias. Spivak reflexiona sobre la medición de la imaginación caribeña a favor de un realismo progresivo que sirve para ganar premios, y que traslada de manera superficial lo que es esencial para una cultura, nos dice: “The bone flute has been neglected by Caribbean writers, says Wilson Harris, because progressive realism is a charismatic way of writing prize-winning fiction. Progressive realism measures the bone. Progressive realism is the too-easy accessibility of translation as transfer of substance” ( 326).
En ese sentido, Spivak recuerda que en la traducción feminista existe algo que no puede ser medido o transferido en su totalidad: la retórica que se deshilacha. En la poesía de Althea Romeo Mark está presente la flauta de hueso que muestra los elementos sutiles del Caribe, el ritmo, los modos de transmitir experiencias y conocimientos, al mismo tiempo confronta las máquinas aplanadoras del progreso, el posible olvido del bailarín espiritual Moko Jumbi, el paso del tejido ancestral al tejido de palabras recitadas en “salas de espectáculos”. La autora es consciente de que la migración y el progreso van modificando los modos de relacionamiento y sin embargo, nos invita a los lectores a abrirnos a la experiencia de sentir en lugar de leer, sentir el ritmo de la aguja que entra y sale de la tela, de las zapatillas encharcadas que avanzan cargando el agua del pozo a la casa, y también del silencio que deja colar la retórica de su mensaje y que sin duda nos recuerda que hay algo inasible en el poema.
Es precisamente allí donde descubro mi labor como traductora: al traducir a esta poeta caribeña no quiero disminuir su imaginación y su experiencia a una serie de elementos culturales que pueden o no rastrearse en la poesía caribeña en español. Por el contrario, quiero compartir el asombro de que a pesar de ser yo una traductora del Caribe hay algo que se me escapa. Althea Romeo Mark, como podemos leer en el comentario breve que hace Patricia Jabbeh Wesley a su nuevo poemario On the Borders of Belonging, tiene una prosa honesta, la prosa de una mujer que conoce lo que significa cruzar la frontera, estar siempre en un movimiento de supervivencia, rehacerse una y otra vez en la palabra. Mi labor, y concluiré aquí de un modo muy parecido al de Gayatri Spivak, es que como ella “I will not check it out and measure the bone flute. I will simply dedicate these pages to the author of Beloved, in the name of translation” (329). Así mismo dedico estas páginas a la poesía caribeña y panafricana de Althea Romeo Mark en nombre de la traducción, para que su Caribe exista también en español.
Moko Jumbi
Tomado de The Nakedness of New
i.
La cosa enmascarada baila.
Largas piernas con zancos saltan,
se balancean y columpian abandonándose
al sonido de los tambores de acero—
Plin, plan, plin-a-lin.
.
Pavo real orgulloso,
levanta su can-can anaranjado y púrpura,
gira y arremolina
su arcoíris en capas.
ii.
Los jóvenes preguntan,
“¿Se esconde el diablo detrás de la máscara?
¿Pateará y gruñirá
si lo tocamos?
¿Nos derretiremos como metal
desapareceremos ante su mirada de acero?
¿Nos desterrará al infierno?
¿Deberíamos refugiarnos?”
iii.
El diablo del campo en ti hace tiempo murió.
Tú que repartiste muerte
a mujeres y no iniciados,
ahora te burlas de tus ancestros.
Mujeres, bajo el hechizo
de bacanal,
te retan a dar
el golpe mortal.
¿Llora su pérdida
el mundo espiritual?
Ahora provocas risa
y no miedo.
Jumbi, celebras con nosotros,
te burlas de tu pasado,
enmascaras tu pérdida
en el jolgorio del carnaval.
Moko Jumbi
i.
The masked thing dances.
Long stilt legs leap,
sway, and swing in abandon
to the tune of steel pans—
pling, plang, pling-a-ling.
.
Peacock proud,
it lifts its orange-purple can-can,
spins and swirls its
layered rainbow.
ii.
The young ask,
“Does the devil hide behind the mask?
Will it kick and growl
if we touch it?
Will we melt like metal,
disappear before its steely stare?
Will it banish us to hell?
Should we take refuge?”
iii.
The country devil in you is long dead.
You, who doled out death
to women and the uninitiated,
now mock your ancestors.
Women, under the spell
of bacchanal,
dare you to strike
the deadly blow.
Does the spirit world
cry for its loss?
You now stir laughter
and not fear.
Jumbi, you jam with us,
mock your past,
mask your loss
in the revelry of carnival.
En el pozo
Tomado de The Nakedness of New
Nadie ha escuchado
los baldes deslizándose al abismo.
Nadie ha escuchado el chapoteo.
Se sienten pesados,
pesados como roca, van arriba,
entonces a duras penas algo da paso.
Después de decir
la oración a los muertos,
las cubetas se deslizan rápidamente arriba.
La gente se apura alrededor de las tumbas,
El único sonido
es el chap-chap de los talones resbalando en las sandalias.
Palanganas balanceadas en las cabezas,
el agua gotea y se escurre
derramándose sobre los hombros.
Al valiente que ha halado hacia arriba los baldes
desde el centro de la tierra,
ellos contienen un agua que calma.
Si los espíritus permiten,
llegarían con esfuerzo
a la cima de la montaña peñascosa
las palanganas aún tres cuartos llenas.
At the Well
No one has ever heard
buckets gliding into the abyss.
No one has ever heard the splash.
They are weighted down,
rock-heavy, hauling up,
then something grudgingly gives way.
After the prayer
to the dead is said,
pails glide swiftly upward.
People scurry round graves,
the only sound
is the flip-flop of slippers on heels.
Basins balance on heads,
water drips and trickles
and spills onto shoulders.
To the brave who pull the buckets up
from the center of the earth,
they hold a soothing water.
If the spirits allowed,
they would trudge
to the top of the craggy hill
basins still three quarters full.
Historias feas
Tomado de The Nakedness of New
- Susurradoras
Se agitan en el suelo,
lloran, y ocultan sus rostros
cuando les hablo.
Y ustedes,
estoy ante sus tumbas.
Los titulares gritan sus historias.
Háblenme, hermanas mías.
Díganme cómo se siente
conocer tanta oscuridad.
Sus historias debilitan mi espíritu
pero deben ser escuchadas, y
necesito contarlas una y otra vez.
- Inmigrante
Raza equivocada,
religión equivocada,
clase equivocada,
género equivocado.
Soy un perro callejero
en un pueblo extraño.
Mi sueño
de subir a la cima
fue destrozado
con agua hirviendo
arrojada a mi cuerpo.
Soy
un susto
escaldado.
- Amor despreciado
Escuché mis dudas,
rechacé el matrimonio.
Una rabieta ácida me quema la cara.
El orgullo de este hombre es más fuerte
que su amor profesado.
Ningún otro me tendrá ni me amará.
- Escapar
Mi deseo de independencia
me costó la libertad.
Padre hace su reclamo,
promete quitar la vida que creó.
Sumisa,
madre con labios apretados
me cuela migajas.
- Precio de novia
Las madres eligen,
tías y abuelas
aprueban el veredicto,
deciden quién gana la belleza del pueblo.
Me llevan lejos, un trofeo,
la inteligencia no es parte de mi valor.
El precio que consigo llena las arcas.
- Entre rocas
Envuelta en un capullo de vieja cultura.
Ansiaba ser una mariposa.
Un tira y afloja y gritos de vergüenza familiar
me arrojaron a un río helado.
Mi ataúd, un carro
sacudido por la ráfaga del agua,
sobre un lecho de piedras lisas y azules.
Nadie escuchó mis gritos.
- Porque soy una mujer
Nos temen
portadoras de la raza humana.
Todas somos Dalila ante sus ojos.
Nuestra juventud, nuestra belleza, arrebatadora.
Nuestros olores, seductores.
Nuestras voces, algodón de azúcar.
Violada, porque soy mujer,
mi clamor provocó una lluvia de piedras,
dio inicio a la avalancha mortal.
Silenciada, porque soy mujer.
- Un lugar donde los hijos son reyes
Cuando veo a mi niña,
la agonía surca mi rostro, sacude mis huesos.
Las bocas gruñen y arrojan culpas amargas.
Tres hijas son imperdonables.
Los hijos no nacidos no desean
ser acunados por manos que
sólo han cargado hijas.
En nombre de los hijos no nacidos,
he sacrificado hijas,
escuché sus gritos ahogados.
La muerte de mi hija es intrascendente,
y la mía también,
en un mundo donde los hijos son reyes.
Ugly stories
- Whisperer
You flail upon the ground,
wail, and conceal your face
when I speak to you.
And you,
I stand before your grave.
Headlines scream your story.
Speak to me, my sisters.
Tell me how it feels
to know such darkness.
Your stories sap my spirit
but they must be heard, and
I need to tell them again and again.
- Migrant
Wrong race,
wrong religion,
wrong class,
wrong gender.
I am a stray dog
in an alien town.
My dream
to climb to the top
was shattered
by boiling water
flung at my body.
I am
a scalded
fright.
- Spurned love
I listened to my doubts,
rejected marriage.
An acid tantrum sears my face.
This man’s pride is stronger
than his professed love.
No other shall have or love me.
- Runaway
Desire for liberty
cost me freedom.
Father stakes his claim,
vows to take the life he created.
Cringing,
tight-lipped mother
sneaks me crumbs.
- Bride price
Mothers choose,
aunts and grandmothers
approve the verdict,
decide who wins the village beauty.
I am carted away, a trophy,
intelligence no part of my worth.
The price I fetch fills coffers.
- Between Rocks
Swaddled in an old-culture cocoon.
I craved to be a buttlerfly.
A tug-of-war and cries of family shame
hurtled me into a freezing river.
My coffin, a car
rocked by water’s rush,
sits on a bed of smooth blue stones.
No one heard my screams.
- Because I am a woman
They fear us
bearers of the human race.
We are all Delilah in their eyes.
Our youth, our beauty, beguiling.
Our smells, alluring.
Our voices, cotton candy.
Raped, because I am a woman,
my outcry provoked a hail of stones,
sparked a deadly crush.
Silenced, because I am a woman.
- A Place Where Sons Are Kings
When I see my baby girl,
agony furrows my face, jolts my bones.
Mouths groan and pelt bitter blame.
Three daughters are unforgivable.
Unborn sons do not wish
to be cradle by hands that
have held only daughters.
In the name of unborn sons,
I have sacrificed daughters,
heard their strangled cries.
My daughter’s death is swift,
and so is mine,
in a world where sons are kings.
Soy nativa
Tomado de Two faces, two phases
Soy nativa.
No importa
qué clase de nativa soy
pero “ser nativa”
me dice
que soy diferente
de otros hombres.
Mis costumbres nativas
me hacen distinta.
Ellos me dicen
que debo usar faldas de paja,
trepar los cocoteros,
sumergirme en océanos por cinco centavos,
sonreír mucho ante las cámaras
y mostrar mis dientes blancos y fuertes.
Soy nativa.
Siempre estoy feliz
y libre,
no me preocupo
por nada.
Bebo
para pasar el tiempo.
bailo hasta medianoche,
duermo hasta el mediodía.
Soy nativa.
Debo seguir siendo pobre
porque la pobreza
es una definición de
mi natividad.
Si cambio mis costumbres
es una mala señal
para otros que admiran
mi natividad.
Hoy
Soy nativa.
Mañana
Podría ser guerrillera
en un intento de cambiar
mis costumbres nativas.
I am a native
I am a native.
It doesn’t matter
what kind of native I am,
but “being a native”
tells me
I am different
from other men.
My native ways
make me distinct.
They tell me
I must wear grass skirts,
climb coconut trees,
dive into oceans for nickels,
smile a lot before cameras
and show my white, strong teeth.
I am a native.
I am always happy
and free,
I don’t worry
about anything.
I drink
to pass my time away.
dance until midnight,
sleep until mid-day.
I am a native.
I must remain poor
’cause poverty
is a definition of
my nativeness.
If I change my ways
it is a bad sign
to others who admire
my nativeness.
Today
Iam a native.
Tomorrow
I might become guerilla
in an attempt to change
my native ways.
Tejedoras de sueños
Inédito
Mujeres de mi sangre
son tejedoras de sueños.
Las redes se extienden hacia el cielo,
cada hebra teje esperanza,
cada hebra hilada con
fe de acero.
Cabezas en las nubes,
resistimos a los tempestuosos
dispuestos a derribar visiones.
Desgarradas y frágiles después de la batalla
Confeccionamos fantasía
en futuros reales y fértiles.
No romperemos el código
de las precursoras cuyos hilos sutiles
trascienden en el tiempo
tejiendo y portando
la promesa de generaciones.
Dream Weavers
Women of my blood
are dream weavers.
Webs stretch skyward,
each thread spins hope,
each thread spun from
faith strong as steel.
Heads in clouds,
we weather the huffs and puffs
of naysayers ready to blow visions down.
Frayed and fragile after battle
we fashion fantasy
into real and fertile futures.
We will not break the code
of forerunners whose gossamers
reach across time
netting and bearing
the promise of generations.
Transición
Tomado de Two faces, two phases
Cuando las máquinas aplanadoras
traen la civilización
la era de la inocencia
silenciosa se va.
Queda enterrada
bajo la suciedad del progreso.
Habrá memorias,
sueños, glorificación de
un pasado nebuloso.
Transition
When bulldozers
bring civilization
the age of innocence
quietly takes its leave.
It is buried
under the dirt of progress.
There will be memories,
dreams, glorification of
a nebulous past.
Indiana en África
Tomado de Two faces, two phases
Lo que veo aquí
fue una vez parte de nosotros
no hace mucho tiempo.
En algún lugar
de la memoria
en nuestra vida,
nosotros, también,
cocinamos
en ollas de carbón,
cortamos madera,
cargamos agua
sobre la cabeza,
machacamos nuestra yuca
y maíz,
salamos y ahumamos
nuestra carne y pescado,
tuvimos que ser ingeniosos.
Nos decían, en ese entonces,
que éramos pobres.
Hoy
veo
que fue
una etapa de
evolución.
West Indian in Africa
What I see here
was once a part of us
not too long ago.
Somewhere
in memory
in our lifetime,
we, too,
cooked
on coal pots,
chopped wood,
carried water
on our head,
pounded our casava
and maize,
salted and smoked
our meat and fish,
had to be ingenious.
They told us, then,
we were poor.
Today
I see
It was
a stage of
evolution.
Tejedores de palabras II (Nueva versión de Sobre convertirse en un tejedor de palabras)
Tomado de la antología Musings in a Tea Shop: An anthology by Poetry and Prose Open Mic
Nosotros, la próxima generación,
nos hemos convertido en tejedores de palabras—
canciones, poemas e historias,
expresados en nuestra escritura, lectura y canto,
creando nuevos sonidos en homenaje
a la mujer en su máquina de coser
acelerando y zumbando,
manos girando y girando,
tela bailando.
Este tejido fue arraigado en nosotros
por nuestra abuela, Alvina,
la costurera. Una profesión vista y escuchada.
Vimos su pie presionar, bombear,
pedalear arriba y abajo,
mientras ella giraba patrones de tela
bajo el sonido penetrante
de una aguja que salta y apuñala,
mientras cosía una manga a una camisa,
un bolsillo a los pantalones
una pretina a una falda.
Nuestras madres desataron
su propio genio creativo,
hicieron bailar las agujas
dando a luz a
bordados intrincados.
Sus tejidos y ganchillos provocaron
nuevos movimientos y sonidos tintineantes.
Nosotros vimos el vals de agujas largas,
el movimiento silencioso de las manos trabajando.
Sus obras encontraron el camino
a los centros de mesa y respaldos de sofás
de familiares y amigos.
Sus vestidos de ganchillo
se convirtieron en invaluables reliquias.
Y nosotros los nietos,
observando, imbuyendo la magia,
ahora seguimos tejiendo,
en lugares públicos, salas de espectáculos
que viven con nuestras palabras y cantos.
Word-Weavers II (New version of On Becoming A Word Weaver)
We, the next generation,
have become weavers of words—
songs, poems and stories,
voiced in our writing, reading and singing,
creating new sounds in tribute
to a woman at a sewing machine
revving and humming,
hands twisting and turning,
cloth dancing.
This weaving ingrained into us
by our grandmother, Alvina,
a seamstresses. A profession seen and heard.
We watched her foot press, pump,
peddle up and down,
as she spun cut-patterned cloth
under the jabbing sound
of a hopping, stabbing needle,
as she sewed a sleeve onto a shirt,
a pocket onto pants
a waistband onto a skirt.
Our mothers unleashed
their own creative genie,
made needles dance
as they gave birth
to intricate embroidery.
Their knitting and crocheting made
new motions and clicking sounds.
We watched the waltzing of long needles,
the muted movement of hands at work.
Their work found their way
to the center tables and sofa backs
of family and friends.
Their crocheted dresses
becoming priceless heirlooms.
And we the grandchildren,
then watching, imbuing the magic,
now carry on the weaving,
in public venues, performance halls
that are alive with our spoken words and songs.
Referencias
CEPAL. Mujeres afrodescendientes en América Latina y el Caribe: deudas de igualdad. CEPAL, 2018. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/28f87ae3-931d-4762-85d7-0b83e653d210/content.
Keene, John. “Translating Poetry, Translating Blackness”. Poetry Foundation, 28 de abril de 2016, https://www.poetryfoundation.org/harriet-books/2016/04/translating-poetry-translating-blackness.
Mahabir, Gershia. Musings in a Tea Shop: An anthology by Poetry and Prose Open Mic. Independent Publishing, 2023.
Spivak, Gayatri. “The Politics of Translation”. The Translation Studies Reader, edited by Lawrence Venuti, Third Edition, Routledge, 2012, pp. 312-330.
Romeo Mark, Althea. Two faces, two phases. Publisher Althea Romeo Mark, Liberia, 1984.
Romeo Mark, Althea. The nakedness of new. CreateSpace Independent Publishing Platform, Suiza, 2017.